Viajamos de nuevo a Portugal, para conocer el Estadio do Bessa, el estadio más «british» de todo el país.
Nos vamos de nuevo a Oporto, en concreto al barrio de Boavista para conocer el estadio del equipo local.
El estadio do Bessa siglo XXI (así es su nombre completo) fue inaugurado en 1972. Sin embargo hasta entrar precisamente en el siglo XX, Bessa era poco más que un estadio de barrio.
En 2003, de cara a la EURO 2004 se comenzó una reforma integral del recinto.
De esta forma nació el rebautizado Estadio do Bessa Siglo XXI, un estadio nuevo casi por completo.
En 2004 Bessa fue sede de la EURO 2004, acogiendo tres partidos de la fase de grupos.
Quizás en parte por las limitaciones de la parcela como se puede observar en las fotos, el resultado de la reforma es un estadio muy cerrado, con gradas independientes y muy verticales. Un estadio con personalidad y mucha esencia británica.
La reforma del estadio coincidió con la época dorada del club, llegando incluso a ganar en 2001 el campeonato liguero de Portugal, un hecho insólito para cualquier club que no sea uno de los tres grandes del país, Oporto, Sporting de Lisboa o Benfica.
Integrado entre las calles del barrio de Boavista, sus formas recuerdan bastante a estadios como Ibrox Park de Glasgow o el Luigi Ferraris de Génova. En España podría tener bastante parecido con el Carlos Tartiere.
Quizás lo que menos le beneficie estéticamente sea el color de los asientos, que pese a llevar los colores del Boavista en tres tribunas, no parece demasiado agradecido.
En el caso de una de las tribunas laterales se optó por un tono rosáceo que tampoco parece mejorar el estadio.
Sin duda una actuación en este sentido, cambiado la estética de los asientos, podría dejar el estadio mucho más atractivo.
El exterior del estadio adquiere un aspecto algo aséptico, en el que lo más destacable es una imponente pantera, símbolo del club local.
La capacidad es de aproximadamente 28.000 espectadores, aunque verticalidad de sus gradas dan sensación de estadio algo mayor.
Terminamos como siempre con más fotos de este coqueto estadio:
Me encanta este estadio, sus gradas verticales, sus esquinas cerradas. Coincido en que es un poco extraña esa grada con las butacas en rosa, pero el resto de los asientos con el diseño ajedrezado no me parece que den un mal aspecto. El exterior es bastante anodino, sin nada que destacar. No coincido en que este estadio pueda considerarse de estilo británico porque si bien sus gradas son independientes y bastante verticales, dos características muy de los clásicos estadios británicos, el hecho de tener las esquinas cerradas lo aleja de ese estilo. Lo típico de los estadios de las islas es tener las esquinas abiertas, algo que a mí nunca me ha gustado nada.
Me gustaría añadir que es una pena que esta solución constructiva de gradas independientes y muy verticales y esquinas cerradas no se utilice más, ya que la veo muy adecuada para estadios de capacidad pequeña o media. Facilita la cercanía de los espectadores al campo y permite que estén todas las gradas bien cubiertas al apoyar la visera sobre las esquinas. Es una pena que haya pocos estadios con esta disposición interior.
de mis estadios favoritos portugueses, el exterior de las gradas me recuerda al del Nuevo Arcángel con ese aspecto de incompleto. La única pega que le pondría son las torres de las esquinas, me gustan más como en el mencionado Carlos Tartiere, donde la grada de abajo es continua, quitándole asi algo de protagonismo a las torres.
Gran reportaje como siempre. Un estadio bastante aceptable y con personalidad.