Comenzamos nuestra excursión por los templos del fútbol por uno de los estadios más míticos como es Maracaná.
Pese a toda la lírica y fama que acompaña este estadio he de decir que no es para nada uno de mis favoritos. Por alguna extraña razón parece que a los brasileños les encanta ver el fútbol cuanto más lejos posible, y por ello sus estadios suelen tener gradas muy tendidas y lejanas al césped, todo lo contrario a mis gustos, siempre amantes de los estadios cerraditos y de estilo inglés. Pese a todo creo que es el estadio ideal con el que podemos empezar esta andadura ya que además de ser todo un icono del fútbol está de rabiosa actualidad en pleno proceso de finalización de una remodelación casi completa.
Maracaná se inauguró para acoger en 1950 el Mundial de Brasil, por aquellos entonces era el estadio mas grande del mundo, llegando a acoger a 180.000 personas que esperaban ver a la selección carinha campeona del mundo por primera vez por aquel entonces. Y fue en ese mismo mundial se dió uno de los episodios mas famosos de la historia del fútbol cuando un gol del Uruguayo Ghiggia privó a Brasil de conquistar el campeonato del mundo contra todo pronóstico.
Imagen mítica del «Maracanazo».
Maracaná, además de la selección de Brasil ha sido sede habitualmente del Flamengo y del Fluminense. Con el paso del tiempo el aforo de Maracána se fue reduciendo, sobre todo cuando se colocaron asientos en las gradas y desaparecieron las localidades de pie, por lo que su capacidad ya era los últimos años de 80.ooo espectadores, una cifra lejana de los 180.000 del inicio.
Con motivo de la próxima celebración del mundial del 2014 en Brasil, mundial en el este estadio acogerá la final, ha sido remodelado casi por completo. Se ha demolido todo el anillo inferior y la cubierta para crear un estadio prácticamente nuevo en el que apenas se detecta realmente que partes antiguas se conservan. Como podemos ver en las fotos, la reforma ha sido casi total.
A partir de ahora la capacidad pasará a ser de 85.000 espectadores.La renovación personalmente no se desagrada, el estadio es bastante espectacular, aunque sigue adoleciendo de los defectos que personalmente veo a muchos estadios brasileños y que ya tenía antes maracaná como es la excesiva distancia de la grada al cesped y unas gradas muy poco inclinadas. A día de hoy, tras invertir 524 millones de dolares (mas de el doble de lo presupuestado) está prácticamente terminado y se trabaja deprisa para llegar a poder reinaugurarlo a tiempo el próximo 2 de junio en un amistoso entre Brasil e Inglaterra.
La remodelación de este estadio mítico es uno de los mayores timos de la historia. Siguen lejísimos del terreno de juego y para colmo han disminuído aforo. Oportunidad perdida, seguramente en comisiones millonarias.
No entiendo muy bien la arquitectura de los campos sudamericanos,los hacen ovalados o incluso redondos,dicen que es lo mejor para la visibilidad,pero el fútbol tiene el terreno de juego rectangular y algunas partes de la grada se quedan alejadísimas del campo,en cualquier caso tienen su propio estilo y eso es siempre respetable.