El estadio de Cuiabá, recién construido para el Mundial y con capacidad para 43.000 espectadores quizás se trata del campo con personalidad más marcada del evento.
Con cuatro tribunas separadas y con las esquinas abiertas estamos ante un estadio de marcado carácter inglés, muy lejano del estilo brasileño habitual, y hasta lejano de los estadios modernos de hoy en día.
Gracias a este diseño se trata de un estadio muy reconocible, lejos de la monotonía de todos los estadios recientes, recordando a una versión modernas de los templos de mayor solera de las islas británicas o algún otro estadio analizado en este blog como el Luigi Ferraris. Sin duda, pese a no tratarse de de la séptima maravilla, de vez en cuando se agradece ver estadios que se salgan de lo habitual.
Destaca también el protagonismo en la estética que adquieren los robustos arcos de formas rectilineas-cuadrangulares que soportan las cubiertas de cada tribuna, un elemento más de singularidad de este estadio:
El exterior está dotado de un original cerramiento que cubre el hormigon, con el que se puede hacer juego de luces bastante vistosos.
E muito bonito o estadio