El Estadio Ernst Happel de Viena es uno de los grandes clásicos del fútbol europeo. Sin ser sede de ningún club ni selección de gran entidad ha conseguido por méritos propios ser unos de los estadio con solera del panorama europeo.
Inaugurado en 1931 a lo largo de su historia ha sido sede de 4 finales de Champions League, otra final de la antigua Recopa y otra de la antigua UEFA, además de acoger en 2008 la final de la Eurocopa que ganó España a Alemania.
Antiguamente conocido como Estadio Pratter (aún se le sigue conociendo por este nombre), este estadio inaugurado en los años 30 tiene en la actualidad capacidad para 51.000 espectadores. Sin ser un alarde de tecnología, a día de hoy tiene un aspecto bastante aceptable tanto el interior como el exterior, destacando el colorido de los graderíos distribuidos en tres niveles y manteniéndose dentro los estadio de categoría 4 (máxima categoría para la UEFA).
Como suele suceder en estos estadios olímpicos, la pista de atletismo se convierte en uno de los principales obstáculos para la visión del fútbol. Terminamos con más imágenes de este importante templos del del deporte del balompié.
El estadio sí que es histórico, recuerdo un gol agónico de Lobito Carrasco con España allá por 1987,. La distancia con las gradas es exagerada, incluso en los laterales, aparte del foso hay un enorme espacio de calentamiento.
Como comentas la distancia a las gradas es tremenda, es un error de muchos estadios con pista de atletismo, con el fin de conservar una forma homogénea la tribunas laterales cogen una forma casi circular, de forma que el estadio desde el aire queda muy armónico, pero en la práctica deja sobre todo las tribunas laterales tremendamente alejadas. Si ya una pista de atletismo no es muy adecuado para el fútbol, esta configuración de las gradas ni te cuento.